Entrada destacada

Plan de recuperación vital

En medio de la nebulosa mental que me asiste, a veces vuelvo a la playa de los instantes vividos, a recoger esos restos de memoria que se d...

domingo, 30 de octubre de 2016

Hastío

No hay conjuntos vírgenes ni palabras frescas. Las voces destilan alientos mal sanos y la miseria sigue anegando corazones. Hastío es el rey de las noches, silencio es la pista de las horas y los días expresan una comunicación manchada con goteras que obedecen a la grasa impermeable de la vieja manipulación de los tiempos. 
Sangran las nubes un llanto con son de blues y metáforas de imposibles, boleros descomponen la carta de presentación que no acierto a concluir y entre tanto el tiempo huye acelerado dejándonos arrugas y otros gestos, embaucándonos con ternuras de escaparates mientras que, los trenes viajan a velocidades extremas como esos amores que se cuelan en la agenda sin orden ni permiso.
Y aquí me hallo, entre el esqueleto de la noche, lloviéndonos por dentro y mojando la sed voraz que acarrea el desierto de los días. 

martes, 25 de octubre de 2016

En el río de la vida II

Las escarchas van dando paso al líquido preciado que porta la esencia de lo que somos. Se derriten las paredes glaciares del abismo anterior y el interior se revela al pasmo abriendo el tragaluz a los nuevos amaneceres. Tomo tierra en una isla conocida y me cobijo en el sol que danza en las alturas. Aquel viaje sin destino se detiene en un puerto de confianzas tímidas, es un receso en el dolor del alma para tomar las coordenadas y seguir el camino. Aún, el cansancio acompaña a la mañana y en los ojos se detiene ese filtro de tristeza cual pasaporte de tributo y homenaje para quienes ya sólo están entre tus carnes. Mereces, -piensas-, creer, salir a los días y recibir. Desde arriba trabajan en armonía trazando líneas de rescate. No se olvidan y movilizan legiones de mensajes para que encuentres en ellos un respiro y un inventado sabor de calma. La lucha por ser debe continuar. La recuperación construye una escalera de accesos y desafíos. El hueco hondo de las entrañas, como tierra seca, se despide de la nieve eterna, cesa en su obstinación de baldío y me concede, atrás quedaron las batallas, dos latidos nuevos. Dos sueños, dos deseos, dos proyectos que crecen y se desperezan para nacer a la vida.  

lunes, 24 de octubre de 2016

En el río de la vida (I)

Sumergida en el río de la vida, a contra corriente me encontré con un mar cuajado de témpanos. Entre el hielo y la parálisis del frío, nadando, mantuve en superficie los restos del naufragio. Un cruel viaje del que no hay retorno y que aprendes a llevarlo como un documento más en la cartera. Fueron meses de silencio. De atonía y de comprobaciones rotundas. Ves que la distancia que lleva a la felicidad es un espejismo, una ilusión que nos recorre y nos amamanta con sabores breves. Asumes que la ausencia es la huella que deja la muerte; falta que oprime la energía y bloquea la autonomía del ser. Sólo te queda el recuerdo como dócil antídoto y material paliativo para no dejar de tener lo perdido. No posees más que la luz de tu hogar.

jueves, 6 de octubre de 2016

Plan de recuperación vital

En medio de la nebulosa mental que me asiste, a veces vuelvo a la playa de los instantes vividos, a recoger esos restos de memoria que se desperdigaron por la orilla como las conchitas de mar que hacen las delicias de los buscadores de piedras bellas. 

En ese reguero de descuidos está la infancia, la ilusión desbordada y los amores ocultos. 

Ya da miedo pasear hacia atrás porque el presente se viste de una realidad que evidencia que nunca más seremos lo que fuimos, que la locura adolescente no volverá a dejarnos noches en vela hablando de poetas, fumando lo prohibido y lanzando la arrogancia a borbotones por las ventanas abiertas de nuestras almas.