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Plan de recuperación vital

En medio de la nebulosa mental que me asiste, a veces vuelvo a la playa de los instantes vividos, a recoger esos restos de memoria que se d...

miércoles, 15 de febrero de 2017

Trabajar en vivir si trabajo

El reloj analógico del salón estaba parado, marcaba las once y cinco, formando un perfecto triángulo isósceles. Ese reloj era una metáfora perfecta de su vida detenida. Si bien lo cotidiano era un no parar, ella sentía que tal actividad era pura ironía porque su mente enviaba desidia hacia cada neurona. 

El castigo de la crisis retumbó feroz dejándola sin empleo y de un minuto a otro la valía, el reconocimiento y el saber profesional corrieron calle abajo como corre el agua torrencial de la lluvia cuesta bajo hasta hundirse en el río del olvido. A partir de entonces tuvo que trabajar en vivir sin trabajo y esa tarea se hizo compañera de las mañanas, las tardes, los días, las semanas, los meses y los años; costumbre que fue rumiada como una pasta indigesta, aborrecible, amarga y difícil de tragar. Cayó el telón que puso fin a una obra y comenzó sin permiso otra cuyo guión ya no le pertenecía.

martes, 24 de enero de 2017

Regalarte despertares

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Ahora que lo intento con todas mis fuerzas, las que conozco, las que intuyo y las que deseo. Ahora que tropiezo con el cristal opaco de las negativas, que me diluyo entre los resbaladizos surcos del naufragio, que terminan los días bajo un rumor de silencio estéril, pienso en ti. Alma de mi alma. Espejo amable donde siempre me reconozco. Ahora, aun en las frases mudas te siento cerca, muy cerca. Noto tu aliento de años vividos y deseos por cumplir, siento la magia de ilusiones que atesoramos como estigmas que nos confirman como lazos infranqueables de un principio y un final sin fisuras; unido por la flecha bidireccional de la vida. 

Ahora que quiero ser tu, se me abre la caja del amor y se me dispara esta inmensa entrega hacia quien me dio la luz. De tus fallas aprendí, bebí de tu bondad y crecí en la fortaleza abundante de tus miradas. La dulzura del tiempo, los malos tragos, las ruinas y los zarpazos de un destino casi siempre incierto y tu entrega sincera son mi baraja de infinitas razones para emularte. Quiero devolverte lo que soy, ser de nuevo la niña que fui, llorar abiertamente junto a tus ojos grandes, saborear la ternura de tus momentos y multiplicar los eslabones de esta cadena abierta que comienza en ti para añadir y sumar nuevos gestos, acentos, travesuras, risas y amaneceres.

viernes, 20 de enero de 2017

Quiso ser Sol, reflexiones

Puesta de sol, Cádiz.
Sintió la llegada lenta del invierno y rugió cansado una nueva sonrisa. Atrás quedaban ensombrecidas las pasionales luchas verbales. Los incentivos, estímulos y bloques semánticos volaron por los aires con un único fin: Revolución. 

De llorar no sabían sus ojos porque crecieron en un hábitat cargado de excitante sequedad parda y aunque el corazón podía estallarle a fuerza de tanto sentir, no era la ternura su máximo exponente vital.